Steampunk es un subgenero de fantasí y ficción especulativa que empezó a ponerse de moda durante los 80 y finales de los 90, aunque, como ya he mencionado con los libros de Julio Verne, este lleva manifestándose desde finales del siglo XIX. Este término se refiere principalmente a objetos que tienen lugar durante un tiempo ( o un mundo) en el que se utiliza la energía a vapor para todo—normalmente la propia época Victoriana inglesa— pero con muchos elementos tomados de la fantasía y la ciencia ficción, tales como las obras del mencionado J.Verne, como las del propio H.G. Wells y coetaneos. Otros ejemplos de steampunk pertenecen a la categoría de "historia alternativa" - representaciones del "qué hubiera pasado si..." de esta tecnología, como los dirigibles o los ordenadores analógicos, representados frecuentemente bajo una luz idealizada, decadente y de aparente funcionalidad.
Este subgenero en la actualidad ha producido cantidad de ejemplos, como películas (Las ya mencionadas, junto a otras como Steamboy, Atlantis de Disney, etc.) comics (La Liga de los Hombres Extraordinarios, de Alan Moore, Girl Genius, o Steampunk, de Joe Kelly y Chris Bachalo) y multitudes de novelas. Pero quizás una de las cosas más interesantes de esta "subcultura epicodecadente" (como diría Cels Piñol) es la inspiración visual que ha aportado a muchos artistas y diseñadores. Desde joyería hecha a base de engranajes y prendas victorianas, hasta ordenadores o guitarras electricas, completamente customizados: